Trenes de Besançon a ParísDesde € 50.00

¿Alguna vez te has preguntado cómo sería viajar desde el corazón de la región de Franco-Condado en Francia hasta la ciudad de la luz, París? Un viaje en tren de Besançon a París no es solo un traslado, es una travesía a través de la historia y la belleza de Francia. La duración más corta del viaje es de aproximadamente 2 horas y 30 minutos, convirtiéndolo en una opción rápida y eficiente para explorar estas dos ciudades emblemáticas.

El viaje comienza en la Estación Viotte en Besançon, un punto de partida lleno de historia en sí mismo. A medida que el tren avanza, vas a atravesar ciudades y pueblos con una rica herencia cultural como Dole y Dijon, donde el tren suele hacer breves paradas. Estas ciudades son puertas a regiones vinícolas famosas y ofrecen una oportunidad única para los amantes del vino de explorar los viñedos cercanos.

La distancia total del viaje es de alrededor de 410 kilómetros, brindando una perspectiva única de la diversidad del paisaje francés, desde las suaves colinas de la Borgoña hasta las vastas llanuras que preceden la llegada a París. Al llegar a la vibrante metrópoli, el tren te llevará a la Gare de Lyon, una de las estaciones más importantes y bellas de París, conocida por su impresionante arquitectura y su emblemático reloj, que puede considerarse como el objeto más icónico al llegar a la ciudad.

Desde el momento en que subes al tren en Besançon hasta que te adentras en el bullicio de París, este viaje te ofrece una ventana a la riqueza cultural, histórica y natural de Francia, todo desde la comodidad de tu asiento. ¿Listo para el viaje?

¿Alguna vez has soñado con explorar una joya oculta en Francia, donde la historia cobra vida entre callejones y fortalezas? Besançon, situada en la región de Borgoña-Franco Condado, es tu destino perfecto. Esta ciudad no solo es famosa por su impresionante patrimonio arquitectónico y natural, sino también por ser un lugar donde la gastronomía y la historia se entrelazan de manera fascinante. Vamos a descubrir los tesoros que Besançon tiene para ofrecer.

La Citadelle de Besançon: Esta fortaleza del siglo XVII, diseñada por Vauban, es un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO. No solo ofrece vistas panorámicas de la ciudad, sino también museos y un zoológico. Abre todos los días, con tarifas que varían según la temporada.

La Catedral de San Juan: Este monumental edificio no solo es notable por su arquitectura, sino también por albergar un reloj astronómico con 30,000 piezas. La entrada es gratuita, y se encuentra en el corazón de la ciudad.

Museo de Bellas Artes y Arqueología: Es el museo más antiguo de Francia, fundado en 1694. Alberga colecciones desde la prehistoria hasta el arte contemporáneo. Ubicado en la Plaza de la Revolución, tiene una entrada accesible para todos los públicos.

Quai Vauban: Este pintoresco muelle ofrece una encantadora caminata a lo largo del río Doubs, rodeado de edificios históricos y boutiques. Es perfecto para fotografías y momentos de relax.

La Gare d'Eau: Un antiguo puerto reconvertido en un parque urbano, ideal para paseos al atardecer y picnics. Su ambiente tranquilo lo convierte en un espacio único en la ciudad.

El Palacio Granvelle: Este palacio renacentista, ahora convertido en museo, narra la historia de la relojería y el tiempo. Un lugar fascinante para entender la importancia de Besançon en la industria del tiempo.

La Casa Natal de Victor Hugo: Para los amantes de la literatura, la casa donde nació Victor Hugo es un lugar de peregrinación. Hoy día, es un museo dedicado a su vida y obra.

En cuanto a la gastronomía, no puedes perderte la oportunidad de probar la saucisse de Montbéliard, un embutido ahumado típico de la región, o el comté, un queso con Denominación de Origen Protegida que refleja el sabor único de la región. Besançon no solo es un viaje a través de la historia y la arquitectura, sino también un deleite para los sentidos, con sabores que te harán querer volver. Viajar por Besançon es sumergirse en un libro de historia viviente, donde cada rincón cuenta una historia y cada plato te conecta con la cultura local. ¿Listo para la aventura?

¿Alguna vez te has preguntado cómo sería recorrer las calles de una de las ciudades más icónicas del mundo? París, la capital de Francia, ofrece no solo una inmersión en la rica historia europea y obras arquitectónicas que desafían el tiempo, sino también una experiencia gastronómica inolvidable. Descubramos juntos los tesoros que esta ciudad tiene para ofrecer.

El primer lugar en nuestra lista es la Torre Eiffel. Esta maravilla de la ingeniería no solo proporciona vistas panorámicas de París, sino que también es un símbolo reconocido mundialmente de Francia. Asegúrate de visitarla tanto de día para disfrutar la vista como de noche para ver su espectáculo de luces.

A continuación, el Museo del Louvre es parada obligatoria. Hogar de la Mona Lisa y la Venus de Milo, este vasto museo ofrece un viaje a través de la historia del arte mundial. Para evitar las largas colas, considera comprar tu boleto con antelación.

La Catedral de Notre Dame, con su fascinante arquitectura gótica, es otro sitio que no puedes perderte. Aunque está parcialmente cerrada por restauración, su exterior sigue siendo impresionante.

Para una experiencia más tranquila, pasea por las orillas del Río Sena. Los cruceros fluviales ofrecen una perspectiva única de la ciudad y son perfectos al atardecer.

El Barrio de Montmartre te espera con sus calles empedradas y el emblemático Moulin Rouge. La Basílica del Sagrado Corazón, ubicada en la cima de la colina, ofrece una de las mejores vistas de París.

No puedes dejar París sin visitar el Palacio de Versalles. Este impresionante ejemplo de la arquitectura barroca francesa te transportará a la época de la realeza francesa.

Finalmente, el Barrio Latino, conocido por su ambiente bohemio, es el lugar perfecto para explorar pequeñas librerías, cafés y la histórica Universidad de la Sorbona.

En cuanto a la gastronomía, no te vayas sin probar un crêpe en uno de los muchos puestos callejeros, o disfruta de un clásico croissant en una acogedora cafetería. París está llena de sabores esperando ser descubiertos.

Recorrer París es como caminar a través de un libro de historia vivo, con capítulos que se revelan en cada esquina. Ya sea maravillándote ante la arquitectura, sumergiéndote en el arte o saboreando la exquisita cocina, París promete una aventura inolvidable en cada visita.