Partirás desde Milano Centrale, ubicado justo en el centro de la ciudad de Milán, y disfrutarás del hermoso paisaje mientras llegas a Marseille St-Charles, también situada en el corazón de Marsella.
Partirás desde Milano Centrale, ubicado justo en el centro de la ciudad de Milán, y disfrutarás del hermoso paisaje mientras llegas a Marseille St-Charles, también situada en el corazón de Marsella.
Imagina un viaje que te lleva desde el bullicio de la moda hasta las serenas costas del Mediterráneo. Eso es exactamente lo que ofrece el trayecto en tren de Milán, Italia, a Marsella, Francia. La duración más corta de este viaje es de aproximadamente 7 horas y 30 minutos, una aventura perfecta para aquellos que desean sumergirse en la belleza y la historia europeas.
La odisea comienza en la Estación Central de Milán, una obra maestra de la arquitectura, y concluye en la vibrante Estación Saint-Charles en Marsella. A lo largo de los aproximadamente 750 kilómetros de distancia, el tren atraviesa paisajes impresionantes y ciudades llenas de vida.
El tren hace paradas en ciudades emblemáticas como Génova, conocida por su magnífico puerto y su pintoresco casco antiguo, y Niza, un paraíso costero que encanta con su famoso Paseo de los Ingleses. Entre estas ciudades principales, el tren serpentea a través de pintorescos pueblos y paisajes impresionantes que son una delicia visual para los pasajeros.
Al salir de Milán, uno de los objetos más icónicos que puedes admirar es la majestuosa Catedral de Milán, mientras que al llegar a Marsella, te espera la impresionante Basílica de Notre Dame de la Garde, vigilante sobre la ciudad desde su punto más alto.
Este viaje no es solo un traslado de punto A a punto B; es una inmersión en la diversidad cultural y la belleza natural que define Europa. Desde la moda hasta la historia marítima, desde exquisitos platos italianos hasta la relajante vida costera francesa, el viaje en tren de Milán a Marsella ofrece una experiencia inolvidable. ¿Listo para embarcarte en esta aventura?
¿Has soñado alguna vez con perderse entre las calles llenas de historia y arte de una de las ciudades más vibrantes de Italia? Milán, con su impresionante arquitectura y su rica historia, te espera para descubrir sus secretos. Desde la grandiosa Catedral de Milán hasta la última cena de Leonardo da Vinci, cada rincón de Milán tiene una historia que contar. Pero, ¿qué no te puedes perder y qué debes probar para vivir la experiencia milanesa completa?
Catedral de Milán: Este majestuoso edificio gótico no solo domina la plaza central de Milán, sino también el corazón de sus visitantes. Abierta todos los días, la entrada a la catedral es gratuita, pero subir a las terrazas tiene un costo.
Galería Vittorio Emanuele II: Justo al lado de la Catedral, esta impresionante galería es el lugar perfecto para admirar la arquitectura del siglo XIX y disfrutar de un café en uno de sus históricos cafés.
El Castillo Sforzesco: Una fortaleza del siglo XV que alberga varios museos y colecciones de arte. La entrada al castillo es gratuita, pero los museos dentro tienen un costo.
Teatro alla Scala: Inaugurado en 1778, es uno de los teatros de ópera más famosos del mundo. Visitar su museo te permitirá echar un vistazo a su rica historia.
Parque Sempione: Ubicado detrás del Castillo Sforzesco, es el lugar ideal para relajarse después de un día de turismo.
Santa Maria delle Grazie: Aquí se encuentra "La Última Cena" de Leonardo da Vinci, una visita imperdible. Es necesario reservar con antelación.
Brera: Conocido como el barrio de los artistas, está lleno de galerías de arte, boutiques y cafeterías encantadoras.
Y, ¿qué sería de una visita a Milán sin probar su exquisita gastronomía? No puedes irte sin probar la auténtica pizza italiana, la risotto alla milanese, y por supuesto, un gelato para endulzar el paseo.
Explorar Milán es sumergirse en un mundo donde la moda, el arte y la historia conviven en perfecta armonía. Cada calle, cada plaza, tiene su propia melodía, esperando a ser descubierta. ¿Listo para dejarte llevar por la magia milanesa?
Imagina sumergirte en el corazón vibrante del sur de Francia, donde el sol baña calles antiguas y el aroma del mar se mezcla con el de la historia. Bienvenido a Marsella, una ciudad que no solo es el reflejo del Mediterráneo sino también un tesoro de cultura y arquitectura. Aquí, cada rincón cuenta una historia, y estoy aquí para guiarte por los lugares que hacen de Marsella un destino imperdible.
Le Vieux Port: El alma de Marsella, donde los barcos de pesca y yates modernos comparten espacio. Es el mejor punto de partida para explorar la ciudad.
Notre-Dame de la Garde: Este santuario, visible desde casi cualquier punto de la ciudad, ofrece las mejores vistas de Marsella. La subida puede ser un desafío, pero vale totalmente la pena.
La Canebière: La avenida principal de Marsella, repleta de historia y vitalidad. Pasear por aquí te da un verdadero sabor de la vida marsellesa.
Le Panier: Conocido como el barrio más antiguo de Marsella, sus estrechas calles y coloridas casas son una cápsula del tiempo al pasado de la ciudad.
Mucem: El Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo no solo es un hito arquitectónico sino también un lugar de encuentro de culturas a través del arte y la historia.
La Catedral de la Major: Sus imponentes torres se elevan sobre el puerto, ofreciendo una mezcla fascinante de estilos románico y bizantino que no te puedes perder.
Palais Longchamp: Un palacio que parece sacado de un cuento de hadas, hogar de museos de bellas artes y de historia natural, además de impresionantes jardines.
Y, por supuesto, no puedes dejar Marsella sin probar su icónica bouillabaisse, una sopa de pescado que captura la esencia del Mediterráneo en cada cucharada. Caminando por Marsella, descubrirás que más allá de su belleza natural y arquitectónica, es una ciudad que se saborea, se siente y se vive intensamente. Así que, ¿estás listo para dejarte llevar por sus encantos?
La estación de tren principal de Milán, en Italia, es la Stazione Centrale. Es una de las más grandes y concurridas de Europa, ofreciendo conexiones a numerosas ciudades italianas y europeas. Aunque Stazione Centrale es la principal, Milán cuenta con otras estaciones importantes como Porta Garibaldi y Lambrate, que también ofrecen servicios valiosos para los viajeros, conectándolos con diferentes partes de la ciudad y el país.
La Stazione Centrale de Milán se encuentra en la Piazza Duca d'Aosta. Está abierta todos los días, aunque los horarios pueden variar, por lo que es recomendable confirmar antes de planificar tu visita. Para asistencia o consultas, los viajeros pueden llamar al número de contacto disponible en su sitio web oficial. La estación ofrece servicios de consigna de equipajes, lo que permite a los pasajeros explorar la ciudad con mayor comodidad sin tener que cargar con sus pertenencias.
La principal estación de tren en Marsella, Francia, es la Gare de Marseille Saint-Charles. Esta estación es el núcleo de la red de transporte de la ciudad, conectándola con otras regiones de Francia y numerosos destinos internacionales. Aunque Marsella cuenta con otras estaciones menores, Saint-Charles se destaca por su importancia y volumen de pasajeros. Cerca de esta, lugares como el puerto viejo y La Canebière son de fácil acceso gracias a las opciones de transporte público disponibles.
La Gare de Marseille Saint-Charles se encuentra en la Plaza de los Mártires de la Resistencia, abierta a todos los visitantes con un horario amplio que facilita la planificación de viajes. Para consultas, los viajeros pueden llamar al teléfono de contacto proporcionado en la página oficial de la estación. Además, la estación ofrece servicios de consigna de equipajes, permitiendo a los pasajeros explorar la ciudad con mayor comodidad antes de su próximo viaje. Estos servicios hacen de la estación un punto conveniente tanto para llegadas como para salidas.
Reserva por adelantado:
Al igual que con las tarifas aéreas, los precios de los boletos de tren tienden a aumentar a medida que se acerca la fecha de salida. Reservar semanas o incluso meses de anticipación puede ahorrarle una cantidad significativa. Viaje durante las horas de menor actividad:
Evite viajar durante las horas pico, como las mañanas y las noches de los días laborables. Opta por los viajes de mediodía, tarde en la noche o de mitad de semana cuando hay menos demanda.
Busque acuerdos y promociones especiales:
Los operadores de trenes ocasionalmente tienen promociones o ofertas especiales, especialmente durante las temporadas fuera de pico. Vale la pena inscribirse en boletines. Además, a veces hay descuentos en boletos de grupo o devolución, así que considere estas opciones si se ajustan a sus planes de viaje.